viernes, 2 de octubre de 2009


Horas después de noticiada la desaparición del vuelo 447 de Air France con 230 personas en la ruta Río de Janeiro-Paris, el parlamento francés hizo un minuto de SILENCIO…. en honor de las víctimas DEL ACCIDENTE

La prensa no ahorró titulares y en Brasil, la competencia para obtener imágenes e historias sobre los pasajeros desbordó en el melodrama. Dato curioso, entre los pasajeros volaba un príncipe heredero sin corona ni fama, fue uno de tantos muertos. Pero….. ¿cuánto protocolo oficial se ha hecho en función de los millones de víctimas en accidentes de tránsito que día-a-día suceden en el mundo?

Y claro, a los accidentes de aviación alimentan el morbo mediático de transmitir las imágenes de la “catástrofe” como si el mundo se acabara mañana. Digo el morbo, pues como mencioné arriba, las noticias que acompañan el accidente aéreo cargan el escándalo y drama que la televisión y la prensa escrita necesitan para vender más y tener mayor sintonía. Obvio, yo imagino lo horrible que deben haber pasado los más de 200 pasajeros y tripulantes dentro de esa cabina desplomándose en caída libre más de 2 mil metros. De hecho, por el tipo de accidente, muchos murieron antes del avión chocar en el océano, debido a alguna parada cardiaca o cerebral provocada por el estrés y choque nervioso previo al impacto. Una hipótesis de esto es que en el reciente accidente de avión entre Islas Comores y Yemen hubo una muchacha sobreviviente que estaba dormida, ergo, ella nunca presintió ni presenció lo que ocurría, simplemente su cuerpo estaba relajado y no rígido como el de sus acompañantes. Luego, despertó en el mar viva.

Pero la crítica se basa en el sentido de que el escándalo y drama que produce un accidente aéreo, que envuelve de golpe la muerte de decenas de personas, no se equipara al drama que sucede día-a-día y que no tiene la misma calidad informativa ni dramática: hablo de los accidentes de tránsito. Claro, el impacto de una muerte súbita y que pulveriza a decenas es más dramático que un accidente noticiado y publicado con imágenes, donde pueden morir apenas 6 personas o máximo 30 que viajen en un bus.

Disculpen si esto pueda parecer crudo o burdo decirlo así. Pero en sustancia, la violencia en las vías, el drama en tierra es mayor de lo que sucede allá arriba, donde los pilotos son tipos más capacitados y entrenados para manejar ese aparato, que lo que suelen estar no solo simples choferes amateurs sino conductores ebrios detrás de un volante de un 4x4 de lujo. Basta mirar las estadísticas:

La misma Francia, donde sus parlamentarios deberían a diario comenzar sus reuniones con un minuto de silencio, por todos los fallecidos en sus calles y carreteras: en 2003 había reducido sus victimas fatales viales en un 30%, salvando así a cerca de 1.500 personas, lo que equivale a decir que 4.500 eran las muertes, un promedio de 12,5 muertos por día.

En el continente americano, casi 130.000 personas mueren anualmente a consecuencia de los accidentes de tránsito, Sudamérica representa el 38%. De ahí, por país, la cosa es igual de trágica. En 2003 en Argentina, 10 personas fallecían por día debido a accidentes de tránsito. En 2009 la cifra de muertos subió a 16. Y si uno abre un periódico para leer las estadísticas, el manejo informativo suele ser poco objetivo. Cae en lo tremendista y escandaloso. Cada país, paradójicamente, quiere auto-otorgarse el liderazgo en accidentes, como si eso fuera un aliciente o un mérito a nivel de ránking global. Miremos estas pautas informativas de diario La Nación de Buenos Aires, de Diario Manabita de Ecuador, de un sitio web peruano y de un blog de noticias de Chile, en secuencia:

Argentina registra la mayor tasa de muertos por accidentes de tránsito en Sudamérica, con una relación de 28,3 víctimas fatales por cada 100 mil habitantes

En nuestro país somos el cuarto país en el mundo y el segundo en América Latina, en donde los accidentes de tránsito se convierten en la principal causa de muerte, según un informe de Justicia Vial. La primera causa de muerte en el Ecuador para menores de 5 a 14 años, son los accidentes de tránsito

Accidentes de tránsito provocan 117.900 discapacitados en últimos cuatro años-Perú

Tenemos récord a nivel latinoamericano. De acuerdo a la prensa, en muertes en accidentes de tránsito, sólo nos supera Brasil con 198 muertos, y Bolivia con 42 muertos (Chile).


Los más curioso de este caso, es que la mayor cantidad de accidentes vehiculares simultáneos y con muerte, se produce en la llamada “semana santa”. Al ser una temporada de asueto, por un decreto religioso-laico-estatal, millones de personas se desplazan por tierra a playas y lugares de ocio y naturaleza. Miles no llegan; otros miles no vuelven a casa o vuelven en camilla, cuadrapléjicos, huérfanos o sin hijos. Y la santa iglesia no ha dicho nada que yo recuerde o se destaque. La principal causa de esos accidentes es el estado etílico de los conductores, en su mayoría hombres –las mujeres tienen la fama de ser pésimas conductoras, pero al menos no son tan torpes para embriagarse y tomar el volante. Recordemos que muchas festividades y ceremonias religiosas tienen como nexo principal el licor.

Siguiendo la estadística a nivel sudamericano, el Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito, que emite la Organización Mundial de la Salud, luego de Argentina, el segundo lugar lo ocupa Venezuela, con una tasa de 20 muertos por cada 100 mil habitantes. Tercero Perú, con 11,8 muertos por cada 100 mil habitantes. Colombia, con 11,3 fallecidos. Brasil recién se ubica en 5to lugar por la tasa de muertos en ocasión de accidentes de tránsito, con una relación de 11,2 por cada 100 mil personas. Chile, con 11,0 muertos. Paraguay, con una tasa de 10,9 fallecidos cada 100 mil personas. Uruguay 9,4, Ecuador, sólo 8,6 muertos por cada 100 mil habitantes. Y Bolivia, si bien registra la menor tasa de Sudamérica, con 6,8 víctimas fatales por cada 100 mil habitantes, ocurren 55 accidentes de tránsito por día.

Resulta que Ecuador a nivel regional está en penúltimo lugar. Si uno se horroriza como ecuatoriano y dice que acá es el peor lugar del mundo o con los conductores menos calificados, hay que mirar a los Estados Unidos, el paraíso de las libertades y leyes perfectas, donde 44.500 muertes ocurren al año por accidentes de tránsito, la principal causa de muerte entre los hispanos menores de 34 años de edad. Este país registra una tasa de mortalidad por cada 100 mil habitantes de 15,2; en tanto que en España es de 15,5.

En el mundo, según la OMS, se estiman en más de 1’200.000 muertos y de 35’000.000 de heridos en accidentes por año. La segunda de las principales causas de muerte a nivel mundial entre los jóvenes de 5 a 29 años de edad, y la tercera entre la población de 30 a 44 años y de hasta 50 millones más de personas heridas o discapacitadas. Los costos económicos de las lesiones causadas por accidentes de tránsito se calculan en 518 mil millones de dólares por año.

¿ESTO LO SABÍAN USTEDES, LO LEYERON EN LA PRENSA O ESCUCHARON O VIERON ALGÚN DEBATE DE JORGE ORTIZ AL RESPECTO? Debería ser tema de todos los días, pero también de escuchar qué se hace para sancionar a los responsables o irresponsables. Sin embargo, en las vías terrestres, la irresponsabilidad hierve. Y los ojos ciegos de policías abundan. En Brasil quieren endurecer las leyes y sanciones. En Ecuador también, aunque los ‘abuseros’ reclamen a voz en cuello y se hagan socios de Rafael Correa para bajarse las multas. Lo cierto es que si en Estados Unidos las multas son altísimas en comparación a nuestros países, ¿por qué su tasa de mortalidad no es baja?

La misma organización calcula que el número de defunciones causadas por el tránsito aumentará en un 80% en los países de ingresos bajos y medios de aquí a 2020. Y obvio, que la prensa o los políticos dirán frases trilladas, como aquella de que “Si no se actúa ahora mismo para mejorar la seguridad vial…”. Mientras que las principales causas de muerte por accidente vial seguirán siendo el conducir ebrio y no respetar las señalizaciones, es decir, ir a alta velocidad.

Si por comparar cifras de trata, volvamos al inicio del tema y miremos entonces las cifras de accidentes y muertos por viajar en avión:

Por el número de víctimas mortales, el peor episodio en la historia de la aviación tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, donde dos aeronaves Boeing 767, una de American y otra de United Airlines, causaron más de 2.900 decesos.

Inmediatamente después se sitúa el desastre aéreo de Tenerife en las Islas Canarias del 27 de marzo de 1977, en el cual colisionaron dos aeronaves Boeing 747 de las líneas Pan Am y KLM, causando 583 víctimas fatales. El accidente del Airbus TAM acaecido en Brasil en 2007 en Congonhas Sao Paulo, está catalogado como el peor de la historia de ese país: 250 personas, 20 más que en el del Atlántico.

Al año por el motivo que fuera (principalmente errores humanos-culpa del piloto) se caen del cielo unos veinte aviones civiles, con un número de víctimas importante. Pese a todo, y pese al balance de víctimas, el avión sigue siendo la forma más segura de viajar, con relación al auto. Solo que claro, y ahí vendrá algún agorero de la teoría de la conspiración que dirá que como viajar por aire es más caro y por auto mucho más económico, los muertos arriba son más importante$ que los millones de anónimos que abajo se trizan. Hay que recordar que entre los famosillos que murieron en tierra por velocidad están las nobles Grace Kelly o Diana de Gales, entre otros y en sendos Mercedes Benz. Pero nada de eso tiene que ver.

Según el blog Microsiervos, en 1979, sobre 700 millones de pasajeros transportados en Occidente los accidentes produjeron 1.100 muertes. Es escalofriante una muerte, cuanto más 1.100, pero sobre 700 millones el porcentaje es mínimo. Y en el mismo blog, un piloto comercial opina y analiza lo siguiente:
Se hacen millones de vuelos por día en el mundo, ¿cuántos accidentes hay? El avión irrompible y el piloto infalible aún no se han inventado.A todo esto, hay bloggeros del mismo Microsiervos que ironizan:

Es más seguro viajar en barco, porque siempre hay barcas de emergencia para salvar a los tripulantes, el capitán si quiere que se hunda con su barco (recuerdo la más publicitada de las inundaciones, la del Titanic, donde mucho ricacho murió)

El método más seguro de viajar, queridos amigos, es el ASCENSOR.

Nosotros preferimos el avión y contradigo tenazmente a aquel viejo político ecuatoriano, Carlos Julio Arosemena que decía que odiaba tener que viajar en ese “ataúd con alas”. Claro, él era una víctima del efecto psicológico que las noticias de accidentes aéreos producen en las personas; aunque él bebía, felizmente no provocó ninguna muerte en tierra causada por ese ataúd embotellada y servida en vaso.





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